9/16/2010

¡No sea tan agropecuario!

Haciendo uso de diferentes espacios de reflexión entre lo que nos otorga la experiencia misma de doscientos años de independencia y todos los acontecimientos que esto ha traído para la historia de nuestro país, he recurrido a uno en especial y más que todo porque mi disciplina y convicciones me han hecho pasar por episodios que resultarían vergonzosos para un país que aun no entiende ni valora sus verdaderas ventajas comparativas.

Ventajas que nadie se atreve a explorar, descubrir y analizar porque se tiene un alto grado de subvaloración por el sector agropecuario, porque lo vemos como un claro ejemplo de subdesarrollo en una nación y por el contrario, siempre le hacemos una gran apuesta por lo que va acompañado de términos como: internacional, global, tecnológico, eficaz, e incluso político. Sin subvalorar la importancia que tiene lo anterior, básicamente pretendo expresar en parte mi inconformidad con la percepción que se tiene de lo rural, de lo subestimado que está el campesino y del poco interés que existe en desarrollar el capital intelectual en el campo.

No se nos puede olvidar que parte de nuestra historia ha sido desarrollada en escenarios típicamente rurales, las batallas y luchas que dieron nuestros héroes de la independencia venían de las montañas y terminaban en los valles, nunca estaban cerca de la oligarquía propia de las urbes de la época y mucho menos se valían de las comodidades de la ciudad.

El presente no se trata de un escrito con apuntes de desconcierto y de crítica hacia nuestra historia, pero si quiero hacer uso de nuestros horizontes de sentido como Corporación Bicentenario para que miremos hacia atrás y al mismo tiempo pensemos en prospectiva sobre lo que le espera a un sector tan vulnerado como es el campo.

En años recientes el campesino ha sido sinónimo de analfabeta, de ignorante, de impertinente e incluso de delincuente y aliado de grupos al margen de la ley, sé que son palabras de gran calibre pero es verdad, más aun cuando fenómenos como el desplazamiento y la violencia son el reflejo de la indolencia y de la indiferencia que tenemos muchas veces con estos personajes que considero como héroes de la patria, aquellos que desde muy temprano y de madrugada se levantan de cara a las dificultades de su entorno con empuje y arraigo por el trabajo, por la tierra y por la necesidad y el deseo de sacar adelante a su familia, aquellos personajes expertos en la sabiduría popular y grandes conocedores de que partir de lo básico e indispensable se puede vivir, pero ese vivir se les ha convertido muchas veces en una tragedia.

¡No sea tan agropecuario! Significaba hace algunos años, la connotación “indicada” para referirse a alguien que no sabía, que desconocía o hacía un acto de gran desfachatez, teniendo diferentes repercusiones en distintos escenarios, lo que causaba poco interés en el campesino y su sistema de salud y seguridad social, en invertir en educación superior en áreas rurales y como consecuencia unos bajos índices en investigación ciencia y tecnología para el sector.

Hoy, gracias a estrategias y esfuerzos del plan de gobierno del ex presiente Uribe y el actual presidente Santos, se han logrado avances en la recuperación del campo colombiano, pero gran parte de dichos avances solo se han quedado en buenas intenciones y en políticas que no tienen una ejecución sostenible y sustentable en el corto y mediano plazo, sin embargo lo más importante y lo que hemos logrado sin sentirme aun satisfecho es empezar a encontrar la vocación agroalimentaria y agroindustrial del país, pero esto requiere de ciudadanos que estén dispuestos a formarse y a mirar con respeto al sector, y quienes como yo nos sentimos orgullosos si por fortuna nos dicen: “No sea tan agropecuario” que alago más grande para un joven que vive el bicentenario y que no pasa por alto que no ser agropecuario, sería en parte no ser colombiano.

Juan Romero/Opinión

NOTA: La Corporación Bicentenario publica los artículos con el ánimo de fomentar el debate político y social. En este sentido, los artículos no han sido revisados previa publicación para que sean los mismos lectores los encargados de comentarlos y debatirlos.

3 comentarios:

  1. Siempre es importante que desde jovenes se mire con respeto al campo

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  2. Buenos apuntes, dónde me puedo contactar con ustedes?. Saludos desde el Huila

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  3. Hoy "gracias" al ex presidente Uribe y su ex ministro de Agricultura y Desarrollo Rural el agro colombiano esta sumido en la mas profunda miseria. Enhorabuena por la ley de tierras propuesta por el actual ministro Juan Camilo Restrepo, ojalá sea posible recuperar la dignidad que el campesino perdió "gracias" al ex presidente Uribe y al ex ministro Arias. NUNCA MAS AGRO INGRESO SEGURO.

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